La inversión institucional en el sector agribusiness en la península ibérica ha alcanzado los 4.100 millones de euros entre 2022 y 2024, representando ya el 50% del capital invertido en este segmento, según el informe Iberian Agribusiness Report elaborado por CBRE. El estudio constata un crecimiento sostenido del mercado agrícola en Iberia, marcado por una mayor profesionalización y la incorporación de distintos perfiles inversores, desde fondos especializados a family offices.
En el primer semestre de 2025, el volumen de inversión institucional alcanzó los 500 millones de euros, superando ya el total transaccionado en 2024 (estimado en unos 400 millones de euros en el primer semestre). El buen inicio de año y la reactivación de operaciones pospuestas en ejercicios anteriores apuntan a una recuperación del mercado, en un contexto de ajuste de precios y mayor alineamiento entre compradores y vendedores.
Una de las operaciones destacadas de este periodo ha sido la desinversión de los activos del Grupo Agrihold, participado por las familias Martinavarro y Ballester, fundadores de Citri&CO, en la región portuguesa de Alentejo, con asesoramiento de CBRE.
El informe identifica a los fondos especializados en agribusiness como responsables del 25% del capital invertido entre 2022 y 2024, seguidos de los fondos generalistas (14%) y los family offices (10%). Por su parte, los productores y comercializadores industriales, tanto locales como internacionales, han representado el 51% del capital en este periodo, con operaciones orientadas a ampliar sus localizaciones y optimizar las ventanas de producción anual, especialmente en el segmento de fruta fresca.
Más del 40% de las transacciones registradas en estos tres años han sido inferiores a los 10 millones de euros. Las operaciones comprendidas entre 10 y 50 millones han supuesto el 41% del total, mientras que aquellas de más de 100 millones han representado únicamente el 8%.
“Iberia ha alcanzado en 2024 el primer puesto en valor de producción agrícola en Europa, con cifras récord”, señala Manuel Albuquerque, líder de Agribusiness para el sur de Europa en CBRE. Según el directivo, el mercado ibérico se caracteriza por una creciente institucionalización, un mayor número de actores y una especialización que permite ajustar expectativas de precio y dinamizar las operaciones.
Albuquerque destaca también el interés de los inversores por factores como el impacto sobre el capital natural, la necesidad de relevo generacional entre propietarios y el efecto del cambio climático sobre los cultivos. A su juicio, estos elementos están impulsando una rotación de activos, cambios en la producción y un aumento del tamaño medio de las explotaciones.
Además, CBRE observa una evolución creciente en la asignación de capital a nivel global. Desde el año 2000, el volumen de fondos levantados en el sector agrícola ha superado los 200.000 millones de euros a nivel acumulado. Mientras el private equity mantiene su peso dominante, los fondos especializados en tierras (Farmland), el capital riesgo (venture capital) y los fondos AgTech están ganando presencia. Norteamérica concentra el mayor número de fondos e importes recaudados, aunque Europa destaca por tener un ticket medio más elevado, en torno a 300 millones de euros.
El informe también analiza la evolución de los cultivos en la península ibérica. Cereales en grano y olivar siguen siendo los de mayor superficie plantada, con 5,9 millones y 3 millones de hectáreas respectivamente. Entre 2013 y 2023, la superficie destinada a frutos secos aumentó en casi 300.000 hectáreas. En el último año, se ha incrementado el terreno dedicado a pistachos en España y almendras en Portugal, mientras que ha descendido el destinado a viñedos y cítricos. El cultivo de aguacate ha ganado peso en Portugal.
En cuanto a la evolución de precios, el informe recoge fluctuaciones significativas. El aceite de oliva ha caído un 55% en los últimos doce meses, mientras que las almendras han subido un 69%. Productos como el tomate (+25%), las fresas (+19%) o los arándanos (+18 %) también han experimentado aumentos. En contraste, las naranjas han registrado una caída del 11%. En el caso del aguacate, el precio medio ha descendido de 2,59 €/kg en la temporada 2023/2024 a 2,06 €/kg en la campaña actual.
En relación con los precios del suelo agrícola, el estudio apunta a una estabilización en regiones con mercados consolidados, tras varios años de subidas. No obstante, zonas como el norte de Cáceres, Aragón, el secano gaditano o la región portuguesa de Ribatejo continúan registrando incrementos superiores al 10%. La disponibilidad de agua, la calidad del terreno y las condiciones climáticas siguen siendo determinantes en la evolución del valor de la tierra, que mantiene un potencial de revalorización a largo plazo.
CBRE prevé que la estabilización de precios facilite un mayor ajuste entre la oferta y la demanda, con un posible repunte de la actividad inversora en lo que resta de 2025.